Si bien es riesgoso pues no todas las noches se nos abre el cielo como para poder observar perfecto -o a medio camino se nos nubla-, es tan increíble la panorámica de estrellas que se pueden observar desde el lago Conguillio, que la charla de astronomía se hace igual. Con o sin nubes, pues tal como se puede cerrar, se puede abrir.

La astronomía es una temática compleja que tiende a alejar a la gente. Esa es la razón por la cual la gran mayoría de los chilenos no conocemos nuestro cielo, uno de los cielos más privilegiados del mundo.

Nuestra charla es una introducción a este estudio, a este goce de mirar las estrellas. Explicamos las razones que hacen que veamos el cielo como lo vemos; la diferencia entre nuestro cielo del hemisferio sur y el del norte; la ubicación de nuestro sistema solar en la galaxia; los objetos del cielo; las constelaciones y asterismos; orientación con el cielo; lo que se puede ver en el momento, entre una serie de datos freak que solo buscan aliñar el relato del cielo.

Si bien una pequeña porción de la charla necesitamos hacerla con una presentación para explicar los conceptos en general (un data frente al lago tampoco es tan terrible), la mayor parte de la charla se hace en la playa, con el cuello doblado mirando el cielo reconociendo lo que anteriormente aprendimos y contestando las preguntas que a cada uno le surgen de este tema tan infinito y desconocido.

Cada pregunta nutre más la actividad, pues si bien no siempre se pueden contestar a ciencia cierta, entre todos sacamos conclusiones con lo que aprendimos y nos dejamos crear respuestas. Esa es la principal idea, acercar la astronomía al ojo no astrónomo, y lograr mostrarle a todos que no se necesitan años de estudio ni equipo especializado y caro para iniciar una interpretación del cielo.

Los dejamos invitados a mirar el cielo austral, a tenerle paciencia a las nubes, pues detrás de ellas se esconde una de las muchas maravillas de la Araucanía.